Las Cataratas del Iguazú, ubicadas en la frontera entre Argentina y Brasil, son un impresionante sistema de cascadas que forman una de las maravillas naturales más espectaculares del mundo. Con más de 275 saltos de agua que se extienden a lo largo de casi 2.7 kilómetros, este destino es un espectáculo visual que deja a los visitantes sin aliento.

El Parque Nacional Iguazú, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, alberga estas majestuosas cataratas, que son el resultado de la erosión en la roca volcánica a lo largo de millones de años. El nombre “Iguazú” proviene de la lengua guaraní, que significa “agua grande”, y no hay duda de que este lugar vive a la altura de su nombre.

Uno de los puntos más impresionantes es la Garganta del Diablo, donde el agua cae en una potente cascada que crea un estruendo ensordecedor y una nube de vapor que se eleva hacia el cielo. Desde las pasarelas y miradores, los visitantes pueden acercarse a este espectacular fenómeno natural y sentir la fuerza del agua mientras disfrutan de vistas panorámicas impresionantes.